¿Cómo sentirse tranquilo al hablar ruso?
No existe una forma perfecta de estudiar para que te sientes tranquilo. Pero hay un consejo universal
Soy Ekaterina Artemeva, profesora certificada del idioma ruso como lengua extranjera, sé hablar español, algo de portugués y un tiempo me defendía bien en inglés, pero este tiempo ya paso por mi propio deseo. Aunque honestamente creería más en una persona que tenga múltiple experiencia educando. Enseño de 2019 y estoy orgullosa de mis alumnos.
Como ves, tengo algo de experiencia y me agradaría que confíes en mis palabras ahora.
Aquí no voy a decirte que los errores dan igual, cométalos y así aprendes. No. No y una vez más NO. Los errores importan. Influyen a comprensión, los memorizas y repites – luego es complicadísimo deshacernos de ellos, en fin, otra persona puede perder la paciencia contigo y dejar de hablar.
Es muy importante que no cometas errores para que te entiendan.
Pero mayormente los rusos están dispuestos a escucharte varias veces, tratar de entender y ayudar. Si una persona no lo hace, o tiene prisa, o es un gil… poco podrido que no tiene ni idea de cómo es hablar un idioma nuevo y entonces no merece nuestra atención.
Por eso mejor concéntrate en la idea de que ahora esta comunicación es parte de tu aprendizaje.
Entrenamiento, si quieres.
El objetivo principal es aprender, no evitar errores. Los errores son un producto normal en el aprendizaje y cuanto más los identifiques, más rápido los eliminarás y avanzarás. Para identificarlos, te comunicas y sigues la reacción del interlocutor. Pero tienes que hacerlo.
Si quieres hacer de que esta «conciencia» sea un hábito cerebral, te aconsejo que busques un profe con el que te sientas a gusto. Con él, estarás en el ambiente necesario «estoy aprendiendo, estoy tranquilo» y luego trasladarás esta experiencia con tu profe a la comunicación con cualquier otro nativo.
La mejor opción en esta situación y sobre todo si ya tienes A2, es tomar las clases grupales en un grupo de 3-5 personas. Así recibes una atención personalizada a tus errores y dificultades, entrenas la comunicación en las situaciones que no te imaginabas entrenar y… te calmas por poder hacerlo.
En lo personal modelo diferentes situaciones con mis alumnos, porque mucho depende de sus estilos y caracteres. Para los que están empezando o están nerviosos, creo un ambiente de como si estuvieran cenando y hablando con una amiga. Para aquellos que tienen confianza en sí mismos, a veces demasiada, por eso se apuran sin pensar, de vez en cuando organizo una terapia de «choque» con bromas y un ritmo borroso del habla.
Luego simplemente transadas esta experiencia a una comunicación real con un nativo desconocido e igual te sientes seguro y consiente.
Si te gusta mi enfoque y necesitas mi ayuda, con gusto te espero en mis lecciones.