Quiero aprender ruso, PERO... 3 obstáculos y 3 soluciones
No pretendo cambiarte la vida, pero a lo mejor te daré algo en qué pensar para crear una mejor versión de ti mismo. Una... nueva personalidad lingüística.

Vamos a aclarar y acordar lo siguiente:
- Tú eres una persona que, por una u otra razón, tiene curiosidad por aprender ruso;
- Tú eres una persona que tiene acceso a internet y tiempo para leer lo que he escrito;
- Tú eres una persona que ha llegado a la mayoría de edad, es decir, tienes algunas habilidades analíticas.
- Esto significa que coinciden todos los parámetros básicos necesarios para un aprendizaje exitoso del ruso: tienes el deseo, los recursos y la capacidad mental.
Entonces, ¿Cuál es tu problema? Vamos a hablar de eso, pero primero determinemos quién soy yo para reflexionar sobre tus problemas y darte consejos.
Me llamo Ekaterina Sergeevna Artemeva, estoy enseñando ruso de manera profesional desde 2019. Esto significa que cada día durante todos estos años escucho y resuelvo exitosamente problemas como estos:
- He estado aprendiendo ruso durante mucho tiempo, pero no entiendo nada;
- Sé muchas palabras, pero no puedo formar oraciones;
- No sé por dónde empezar a aprender ruso;
- No entiendo nada en las clases en línea, no funcionan para mí, quiero clases presenciales;
- Quiero aprender ruso, pero ahora mi prioridad es el inglés / alemán;
- No tengo dinero para aprender ruso;
- Quiero ir a Rusia / vivir en Rusia / trabajar con rusos y entenderlos, pero no sé cómo;
- Entiendo mucho, pero no puedo hablar ruso;
- No tengo con quién practicar;
- La pronunciación de los rusos es muy difícil y las letras son extrañas, es imposible aprenderlo;
- No tengo tiempo para aprender ruso;
- No voy a lograrlo, llevo aprendiendo inglés toda mi vida y todavía lo hablo mal.
Cuando empezamos a comentar estos «problemas», resulta que la mayoría de estas objeciones no tienen fundamentos reales: solo «porque así me parece». Resulta que la objeción es mucho mas profunda.

¿No me crees? Escribe tu problema y la pregunta «por qué» después de cada respuesta.
¿Podrás argumentar cada una? Pero hazlo sinceramente. Hazlo para ti mismo/a, no para mí. Aprender ruso es tu deseo, no el mío. Ya lo hablo y ya tengo suficientes estudiantes. Además, todos estos obstáculos no existen en la mente de mis estudiantes: o nunca existieron, o ya se han dado cuenta de cómo son las cosas en el mundo real.
Es un paradoja muy graciosa cuando quieres, pero… siempre encuentras ese PERO. Vamos a analizar las razones principales de este fenómeno y proponer tres soluciones prácticas.
1. Miedo a las dificultades.
El idioma ruso es famoso por su gramática complicada y sus sonidos difíciles de pronunciar, con dos o más consonantes seguidas. Sí, la gramática no se parece a la española. Sí, hay otros sonidos. Pero el idioma no es difícil, simplemente es diferente y está rodeado de mitos. Muchos estudiantes hispanohablantes simplemente tienen miedo de no poder con su aprendizaje.
Bien, imaginemos el peor escenario: no lo logras aprender. ¿Y qué? La vida no se acaba. ¿No podrás considerarte un gran políglota y evaluar tus capacidades intelectuales tan alto como antes? No creo que perder una ILUSIÓN sea tan terrible. Posiblemente, es desagradable. Probablemente, es muy desagradable. Pero es una ilusión. Ya sabes, dicen que la verdad amarga es mejor que la dulce mentira… ¿o tienes otra opinión?
Pero seamos honestos: nunca he encontrado casos tan graves en mi práctica. Algunos aprenden más rápido, otros muy rápido, otros más despacio, pero al final todos hablan ruso. Como ya hemos dicho, si llegaste a tu edad, aprender ruso es una tarea más sencilla, especialmente si tienes una comprensión de cómo aprender. O a un maestro.
También te aconsejo que pienses: ¿Qué ganas al acariciar tu miedo en vez de no comenzar a aprender ruso?
En caso de que comiences a estudiar, tarde o temprano, en una de las líneas de tu currículum aparecerá: hablo ruso, y tú mismo recibirás miradas de admiración de los demás al estilo de «¡wow, aprendió un idioma tan difícil, debe ser muy inteligente!».

Tú sabrás cómo fue realmente, pero el hecho no excluye que ya en el proceso de aprender ruso notarás que empiezas a sentirte más seguro, tranquilo, decidido, capaz y fuerte. No lo digo yo, lo dicen mis alumnos.

2. Falta de motivación o desvalorización / incomprensión de la importancia de algún elemento en el aprendizaje del ruso.
La vida adulta está llena de responsabilidades además de la pérdida del hábito de aprender. Comúnmente, incluso cuando queremos cambiar algo en la vida, si todas las necesidades básicas están satisfechas, el deseo de aprender algo nuevo encuentra una resistencia muy fuerte. De ahí decimos que no tenemos tiempo ni dinero, aunque en el 80% de los casos es solo pereza, procrastinación e incapacidad para planificar actividades.
Entiendo perfectamente que muy a menudo, después de cumplir con todas las obligaciones laborales, familiares y domésticas, simplemente no hay fuerzas para estudiar. Por otro lado, cuando esta actividad realmente te gusta y te da placer, sin importar en qué estado estés al principio, después empiezas a sentirte mejor.
Te voy a revelar un secreto. ¿Piensas que siempre tengo ganas de dar clases a mis alumnos?
Especialmente en el período en que combinaba mi trabajo como gerente, con el de profesora y desarrollaba mi blog. En aquel momento más quería colgarme. Pero daba clases, después de las cuales no quedaba rastro de cansancio y somnolencia. Saltaba por el apartamento como un saltamontes en baterías eternas. Y los estudiantes se sorprendían de cómo siempre llegaba a las clases con tanta energía y lista para reír.


Uno de mis estudiantes, Luis, un anestesiólogo mexicano, una vez me confesó que empezó a aprender ruso por el COVID, para no volverse loco por el miedo a la incertidumbre. Las clases se convirtieron en su escape, una forma de distraerse, el momento más feliz de su día. De hecho, él tiene muy poco tiempo, siempre le cambian los turnos y dan una carga adicional. Se cansa mucho, lo veo. No se imaginan cuántas clases tuvimos que cancelar o posponer. Aún así, encuentra algo del tiempo para aprender algo nuevo del idioma.
Otra situación es cuando piensas que estás aprendiendo ruso simplemente porque lo aprendes, sin ningún objetivo o beneficio. Solo por placer. Y de repente te das cuenta de que te has estancado. No sabes qué hacer para progresar, pero… no puedes permitirte pagar por ayuda. Y no porque hayas gastado la última moneda en pan, sino porque te parece que es demasiado caro pagar por… nada. Ya que estás aprendiendo únicamente por diversión. Sin ningún objetivo.

Pero pensemos: ¿realmente es un precio alto y es tan por nada?
Un profesor al que acudes por ayuda profesional no es solo un hablante nativo, es alguien que ha gastado y gasta mucho tiempo y dinero para estudiar a fondo su materia, preparar un programa, materiales y luego explicarte este enorme volumen de información en 10 minutos. Tú sólo tardarías años para llegar a este nivel de compresión, pero el profe te da todo reparado, cocinado, cortado y hasta puesto a tu boca. Para que disfrutes del aprendizaje, lo que era tu razón para aprender. Entonces, pagas por rapidez, comodidad y… sí, placer por un resultado garantizado. ¿Valoras tan poco tu tiempo y placer?
No insinúo a nada, pero unos de mis alumnos decían que cobraba menos de lo que cuestan mis servicios y ellos mismos empezaron a pagarme mas.
3. Insatisfacción / desconocimiento de los métodos de aprendizaje
¿Qué pasaría si le dieras a todo la oportunidad? Aquí es importante confiar y aceptar como un hecho: soy bueno/a en mi tema, otro profesional sabe mejor su tema. Relájate y disfruta. Incertidumbre nos da miedo. Queremos controlar todo. Es normal, así es nuestra naturaleza. Pero lo mejor que puedes hacer para ti es simplemente elegir al profesional adecuado. Cómo – esa es otra historia, pero justo por esta razón propongo una llamada gratuita y una clase de 30 minutos que ya es de pago.
Podríamos haber tenido una mala experiencia o escuchar historias de malas experiencias, suponer… que, por ejemplo, el aprendizaje en línea no es para nosotros. ¿Y por qué? Supongamos que creemos que nada puede reemplazar la enseñanza presencial, porque siempre es la mejor experiencia. ¿Y por qué? Porque somos seres sociales y nos enriquece más la comunicación personal.

Bien, ¿y por qué nos enriquece más la comunicación personal y cuál es la diferencia entre esa comunicación en la calle y a través de Google Meet? Excepto que no podemos tocar a la persona. La vemos y escuchamos perfectamente. ¿Y para qué necesitamos tocar al profesor o al alumno? Ups…
Además, el aprendizaje en línea ahorra tiempo, ofrece más materiales y formatos de aprendizaje, la posibilidad de elegir al profesor que realmente te convenga y te guste, no a cualquiera que vive cerca.
Y eso fue solo un ejemplo.
Otros estudiantes pueden quejarse de que quieren aprender muchas palabras nuevas, pero les meten gramática a todos los agujeros. Ni uno ni otro no va a funcionar.
Queridos míos, ¿Cómo van a usar las palabras si el vínculo entre ellas es la gramática?
Así de simple: hay que aprender todo a la vez. De lo más frecuente a lo menos frecuente. Y la gramática, y las palabras relevantes, y la aplicación práctica en todo tipo de habla. ¿Dices que aprenderás por frases? Pero ¿estás seguro de que los hablantes nativos usarán exclusivamente las frases que has memorizado? ¿Estás seguro de que puedes aprender todas las posibles combinaciones de frases de al menos 10 000 palabras?
Volviendo a mi alumno Luis, cuando él aprendió el corsé del idioma ruso (nivel A1-A2) y entendió como funcionaba, se pudo permitir aprender ruso con las canciones. ¿Recordamos que él apenas tiene tiempo para dormir? Entonces lo que hace Luis es escuchar y analizar rock ruso en cuanto a la gramática y léxica por el camino a su trabajo. Así aumenta el vocabulario y la conciencia gramatical. Ya en las clases comentamos y usamos en el habla el material aprendido. Todavía recuerdo sus ojos felices cuando me contó cómo habló en ruso con una mujer en el metro y cómo pidió la talla necesaria en la tienda.
Pero esa es mi opinión, tienes el derecho de no escuchar y encontrar un profesor que comparta tu opinión. En ese caso, existe el riesgo de tener una experiencia negativa, pero cualquier experiencia ya es mejor que nada. Te alarga el camino, pero da conocimiento sobre lo que funciona y lo que no.
Ahora pasemos a las soluciones, aunque creo que ya tienes bastante cosas en qué pensar.
1. Primero, asegúrate de que realmente quieres aprender ruso y dale una alta prioridad al planificar tus objetivos y acciones. Simplemente decide conscientemente: estudio. Profundiza en tu conciencia y determina qué factor te está deteniendo. Es necesario eliminarlo.
Así hizo mi alumna Claudia que a sus 17 decidió aprender ruso. Terminó A1 en unas 16 clases y ahora está prácticamente preparada para pasar el examen de B1. Podrías pensar que es algo normal, pero lo hizo en contra de la voluntad de su padre. Cada vez me enviaba su tarea hecha el día siguiente después de la clase y pedía más.
2. Divide el proceso de aprendizaje del ruso en etapas pequeñas y alcanzables. Hablo de tales preguntas para ti mismo al planificar una estrategia de aprendizaje en otro artículo.
3. Integra el ruso en tu vida diaria – aprender ruso no debe ser una tortura, sino una parte agradable de tu día. Para esto, es necesario elegir algo que sea interesante para ti y eficaz para el desarrollo de tus habilidades lingüísticas.
Podemos hacer esto juntos. No siempre es fácil manejar un gran volumen de información desconocida por tu cuenta. Es necesario entender la materia, memorizarla, aplicarla, desarrollar una estrategia con metodología y superar las barreras psicológicas.
Tengo muchas propuestas diferentes para trabajar contigo, es posible que ya las hayas visto en este sitio. Pero incluso la elección de tu opción ideal de aprendizaje la podemos hacer juntos. Visita las historias destacadas en Instagram «Aconsejo gratis« para obtener más detalles y pronto verás cómo «quiero, pero…» se convierte en «lo hago y me sale bien».